El agní y las enzimas digestivas
- Sudarshan S. Devendra
- 1 ago 2018
- 2 Min. de lectura
En la ciencia ayurvédica y en el Hinduismo, se dice que la vida no es más que o digestión/transformación; sea a nivel físico, intelectual y/o emocional. Cada sustancia en el interior del organismo, comenzando por la célula, sufre una digestión y una transformación mutando continuamente y permitiendo al flujo vital no interrumpirse.
En nuestro organismo cuando agni (fuego digestivo) actúa de manera adecuada, los procesos de escisión, absorción y asimilación del alimento en el organismo humano se desarrollaran de manera perfecta.

Cuando a causa de un desequilibrio en nuestro sistema (ver artículo desequilibrio en la tridosha) se resiente drásticamente todo el proceso metabólico, las consecuencias van desde la debilitación de la resistencia orgánica y del sistema inmune, hasta la escasa digestión y la poca absorción de los alimentos ingeridos.
De manera que cuando los alimentos no se digieren adecuadamente, los residuos quedan alojados en el colon convirtiéndose en una sustancia heterogénea, pegajosa, emanante de olores nauseabundos. Este material es conocido como Ama (toxinas) que obstruye los intestinos y otros canales como los capilares y vasos sanguíneos, esto da origen a muchos procesos bioquímicos que producen otras toxinas. Luego estas toxinas se absorben en la sangre y entran en la circulación de todo el organismo, y finalmente se acumulan en las arterias generando una obstrucción gradual en muchas funciones del organismo. Esto es lo que en Ayurveda denominamos enfermedades sin causa aparente, porque en si no revelan una afectación orgánica, sino que se generan a través de canales de energía sutiles como los doshas desequilibrados, en este caso en particular es Pitta dosha la que en primera instancia se ve afectada, pero con la probabilidad de afectar las otras doshas mientras no se restablezca a tiempo este desbalance.
Una vez las energías metabólicas Pita, Vata y Kapha, están en un desequilibrio constante, pueden llevar a la afectación concreta de algún órgano interno.
En cambio cuando logramos tener un agni en equilibrio, los demás órganos terminan desarrollando sus funciones adecuadamente dado que las energías metabólicas (Doshas) están en un igual equilibrio.
Esta sensación es muy sutil, e incluso muchas veces no aceptada por el moderno diagnóstico alopático que muchas veces solo se enfoca en corregir el síntoma, pero no indaga en la causa, se hace la advertencia porque no es un mandato de las escuelas de Medicina. Los médicos de antaño alopáticos educados en universidades occidentales, se indagaban por la causa de las enfermedades, intuían cuando se debía a un desequilibrio general del sistema y corregían a partir de reposo sumado a una alimentación adecuada complementada con vitaminas.
Es precisamente lo que la Medicina Ayurveda lleva aportando hace más de 5.000 años, busca mantener una armonía en el medio ambiente interno y externo. Todo esto se logra principalmente con una alimentación adecuada según nuestra constitución, el clima en el que nos encontremos, y adicionalmente un herbolario que ayude a equilibrar la nutrición.
Sugerencias botánicas:
Cuando el agni está elevado se recomienda Amalaki, pero cuando está muy bajo, debemos aumentar el consumo de Jengibre, Canela y Aswaganda.
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